Intercambiadores de Calor a Placas Soldadas o con Empaquetaduras ¿Cuál Elegir?
Los intercambiadores de calor son una parte integral de cualquier proceso industrial, pero pueden ser especialmente útiles en sistemas de fluidos de alta presión. Esto se debe a que un intercambiador de calor a placas soldadas está diseñado específicamente para su uso en estas aplicaciones industriales. Suelen utilizarse para fluidos y gases corrosivos o tóxicos, ya que funcionan en una amplia gama de presiones y temperaturas sin que se produzcan fugas de fluido ni se contaminen otras partes del sistema. Sin embargo, no todas las aplicaciones son adecuadas para este tipo de intercambiador de calor: ¡debes saber si su sistema cumplirá ciertos criterios antes de comprar uno! En esta entrada del blog vamos a cubrir lo que hace un buen candidato para el uso de intercambiadores de calor a placas soldadas.
Las características de los intercambiadores de calor a placas soldadas
Se necesitan metales de alta aleación o exóticos
Si tu aplicación requiere alta temperatura, alta presión y/o materiales de junta especiales, podría ser más adecuado este tipo de intercambiador. Son adecuados para aplicaciones con medios altamente corrosivos, sistemas de alta presión y/o materiales de juntas especiales.
En las placas de este tipo de intercambiador de calor se utilizan metales de alta aleación o exóticos para resistir la corrosión de productos químicos agresivos y temperaturas de hasta 1.200 °F (650 °C). Las placas también pueden diseñarse con superficies exteriores planas u onduladas para que se sitúen más juntas en espacios reducidos si es necesario.
Los materiales especiales para las juntas
Además de las características generales que difieren entre los intercambiadores de calor a placas soldadas con juntas y los de empaquetaduras, hay diferencias en los materiales utilizados para las juntas. Estos pueden elegirse para satisfacer tus necesidades particulares y ajustarse a tu presupuesto. Algunas de estas características son:
Material de la junta resistente a la alta presión y temperatura
Material de la junta resistente a los fluidos que se procesan
Necesidad de modificar los fluidos o controlar la química
Si necesitas modificar fluidos o controlar reacciones químicas, los intercambiadores de calor de placas con juntas son el camino a seguir. Pueden utilizarse para muchas aplicaciones porque pueden funcionar a bajas temperaturas y presiones, lo que es especialmente beneficioso si se trata de productos químicos corrosivos. Por ejemplo:
Si tienes un proceso en el que necesitas eliminar el agua de una mezcla de aceite y disolvente. Los tubos del intercambiador de calor de placas con juntas pueden soportar esta situación porque tienen pequeñas aberturas entre cada tubo y no se corroen tan rápido como otros tipos de tubos.
Tu empresa fabrica biodiésel a partir de aceite vegetal, pero a veces se contamina con moléculas de agua (que provocan la separación). Para evitar que esto ocurra en tu planta, utiliza un intercambiador de calor a placas soldadas para que sólo salga biodiésel puro de la producción.
El sistema en cuestión es un sistema de alta presión
Quizá te preguntes por qué un intercambiador de calor de placas con juntas sería más adecuado para aplicaciones de alta presión. La respuesta está en el diseño de las propias placas.
Las placas con juntas internas se utilizan normalmente en aplicaciones de alta presión porque pueden soportar presiones más altas que sus homólogas planas (hasta un máximo de 300 bar/4300 psi). Esto es posible gracias a su forma y diseño. Estas placas tienen una forma de «L» que les permite mantener la integridad a temperaturas y presiones más altas en comparación con las placas planas estándar.
Hay altos niveles de variación de temperatura en los fluidos
Otro factor crítico en la selección de un intercambiador de calor es la variación de temperatura. El fluido que lo atraviesa debe mantenerse a un determinado rango de temperaturas y el intercambiador de calor debe ser capaz de soportarlas sin sufrir daños.
La velocidad a la que se transfiere el calor de un fluido a otro también puede variar mucho en función de la aplicación, por lo que es otra consideración a tener en cuenta a la hora de elegir entre placa con junta y placa sin junta.
Los intercambiadores de calor de placas soldadas son muy adecuados para aplicaciones con medios altamente corrosivos, sistemas de alta presión y/o materiales de junta especiales.
Los intercambiadores de calor de placas soldadas son muy adecuados para aplicaciones con medios altamente corrosivos, sistemas de alta presión y/o materiales de junta especiales. También pueden utilizarse en aplicaciones en las que el sistema debe estar aislado del entorno (por ejemplo, el procesamiento de alimentos).
Los intercambiadores de calor sin juntas tienen una serie de ventajas sobre los tipos con juntas: son más baratos, ocupan menos espacio en los bastidores de los equipos y no hay costos de mantenimiento asociados a ellos. Por último, las unidades sin juntas suelen tener menores caídas de presión que sus homólogos, aunque no siempre es así.
Esperamos que este artículo te haya resultado útil. Si tienes alguna pregunta o quieres saber más sobre los intercambiadores de calor a placas soldadas y sus aplicaciones, ponte en contacto con nosotros. ¡Estaremos encantados de aclarar tus dudas!